Leyes y Normas


Durante siglos la discapacidad fue vista como un castigo divino, las personas con discapacidad no eran reconocidas como parte de la sociedad, eran consideradas anormales.  No merecían ser tratadas como personas y no recibían ningún tipo de atención. 

Empieza a cambiar la percepción social hacia las personas con discapacidad en el siglo XVI, a partir de los trabajos de Ponce de León con las personas ciegas. 

A lo largo del siglo XVIII comienzan a crearse instituciones para apoyar a las personas ciegas,  son segregadas y atendidas en espacios aparte.

En la primera mitad del siglo XX las personas con discapacidad fueron tratadas como incapaces, retardados y enfermos. Creían que lo correcto era encerrarlos y mantenerlos aislados del resto de la población, así los ciudadanos malamente llamados normales, fueron creando un mundo lleno de barreras. Se intentaba encontrar una cura para eliminar su discapacidad, lo veían como una enfermedad y les hacían creer que la discapacidad se les quitaría, se les esterilizaba y se les prohibía casarse con la idea de eliminar la discapacidad. Las personas con discapacidades más complejas seguían encerradas en condiciones inhumanas.

Inspirados en los logros de otros activistas, como los afroamericanos y los homosexuales, las personas con discapacidad empezaron a manifestarse a finales del siglo XX, exigían sus derechos de salud, educación, empleo, accesibilidad a espacios públicos, a las cosas básicas que todos tienen derecho. 


Los Juegos Paralímpicos fueron celebrados por primera vez en 1960 en Roma (Italia) contando con 400 deportistas. 

En 1974 se creó el informe Warnock que amplió los conceptos de educación especial y necesidades educativas especiales por el Secretario de Educación del Reino Unido.

En Estados Unidos, personas con discapacidades severas como Ed Roberts, crearon los primeros centros de vida independientes para poder dirigir sus vidas por ellos mismos. Comenzaron a diseñarse leyes con el apoyo de su presidente Jonh F Kennedy y también en otros países desarrollados.


La lucha a través de los años dio fruto con La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), aprobada por las Naciones Unidas en 2006, pretende “promover, proteger y ase- gurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente”. La CDPD se hace eco de un cambio impor- tante en la comprensión de la discapacidad y en las respuestas mundiales a este problema. 



¿Que es la discapacidad?

De acuerdo a la CDPD, la discapacidad resulta de la integración entre personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con las demás.


En el 2011, la Organización Mundial de la Salud declaró que más de mil millones de personas viven en todo el mundo con alguna forma de discapacidad (15% de la población mundial); de ellas casi 200 millones experimentan dificultades considerables en su funcionamiento.


De acuerdo a la CONADIS en nuestro país en el 2006 había 7.7 millones de personas viven con algún tipo de discapacidad.


Según el Censo de Población y Vivienda 2020, en México hay 6,179,890 personas con algún tipo de discapacidad, lo que representa 4.9 % de la población total del país. 


Todos, sociedad y gobierno compartimos el compromiso de que los derechos humanos estén vigentes y que sean incluidos en nuestra comunidad. 



Es importante crear conciencia en que mañana puedes necesitar de los demás, quiero enfocarme en lo que vivo un poco. 

A veces nos importa tan poco el otro que invadimos su espacio, que por ahorrarse unos pesos hacen calles terribles, se estacionan un ratito en donde no se debe porque solo es un ratito o porque creen que es mucho espacio se ponen sobre las zebras del lugar de discapacidad. 

Las plazas por ejemplo, cada vez las hacen más inaccesibles, puedo ponerles de ejemplo la plaza más nueva de San Luis,  podría mostrarles la carta de en la que una institución nacional les pidió hicieron unas rampas para personas con discapacidad y el resultado tan mediocre que tuvimos, unas rampas que ni un joven deportista me ayuda a subir con facilidad; en esa plaza hay un cine, cuando fui la segunda vez tuve oportunidad de comentarle al gerente que en el baño de damas no podía cerrarse la puerta con mi silla adentro del baño de discapacidad y que era decepcionante que no hubiera acceso a las butacas de arriba como tienen en el cine de la 57, su respuesta fue sencilla, “señorita comprendo su molestia, pero así fueron las indicaciones, mire, íbamos a poner elevador pero se desperdiciaba espacio que se uso en las salas VIP”, la verdad, procuro no ir a esa plaza desde entonces y he ido contadas veces a ese cine, me molesta salir con dolor de cuello y los jóvenes no están capacitados para cargarme a las butacas centrales de la sala.

¿Qué les puedo decir de la accesibilidad a los lugares?, “lo que no es accesible está prohibido” pero para qué me voy tan lejos, si en mi caso las mismas mujeres enteras invaden el baño de discapacidad, creen que es un lujo, ignoran que no cabemos en otro baño con la silla.

Aunque tengamos una discapacidad podemos integrarnos a la sociedad gracias a las leyes que se han establecido a nivel mundial. 

También hay normas que no estan decretadas como tal, pero que nos facilitan la convivencia. 

Ejemplos: 


Te invito a conocer un día de Tomás, un video muy ilustrado de la realidad.